El sobrepeso y la obesidad son factores que increíblemente, no solo desfavorecen el bienestar de las personas, sino que además ponen en riesgo sus vidas. Sin embargo, evitar caer en comunes hábitos que conllevan a padecerlos es sencillo.
"Más de la mitad de la población del Perú tiene sobrepeso"
El sobrepeso y la obesidad son el quinto factor principal de riesgo de mortalidad en el mun…
"Más de la mitad de la población del Perú tiene sobrepeso"
El sobrepeso y la obesidad son el quinto factor principal de riesgo de mortalidad en el mun…
"Más de la mitad de la población del Perú tiene sobrepeso"
El sobrepeso y la obesidad son el quinto factor principal de riesgo de mortalidad en el mundo. Cada año fallecen cerca de 2.8 millones de personas adultas como consecuencia de dichos factores, de acuerdo a lo señalado por la Organización Mundial de la Salud. Asimismo, en los últimos 20 años el porcentaje de obesos se ha triplicado en los países en desarrollo que han adoptado estilos de vida modernos, con disminución de la actividad física y aumento en el consumo de comidas baratas y de gran densidad
calórica (como la denominada comida “chatarra”).
Estos problemas fueron abordados en la conferencia internacional “Nutrición y obesidad: Nuevas evidencias, ideas emergentes y políticas públicas”, organizada por el Ministerio de Salud el 09 de mayo de 2012. Según lo expuesto en dicha conferencia, en el Perú más de la mitad de la población tiene sobrepeso o es obesa, y entre los niños y adolescentes el 23% padecen de estos males.
La creencia hace tres décadas para evitar el exceso de peso, se basaba en reducir el consumo de grasas en la alimentación diaria. Si bien el consumo de grasas se redujo, se sustituyó por el de azúcares (por ejemplo, el promedio de calorías en niños y adolescentes de Estados Unidos se incrementó en 275 calorías en las últimas dos décadas, de las cuales 45 provienen del consumo de grasas y gran cantidad del resto del consumo de azúcares), siendo el efecto igual o mayor sobre el incremento del peso. Ello no quiere decir que los alimentos con alto contenido de grasas necesariamente sean una alternativa saludable. Entre los elementos del azúcar que más contribuyen al incremento del peso se encuentra la fructuosa, la cual al ser consumida en grandes cantidades, evita que nuestro organismo regule el nivel de lípidos en nuestra sangre, lo que finalmente se traduce en sobrepeso. Este tipo de azúcar se encuentra en grandes cantidades en alimentos como las gaseosas, jugos envasados, galletas, pasteles, donas, entre otros. También se encuentra en las frutas, pero en concentraciones aceptables.
El Dr. Robert H. Lustig, profesor de la Universidad de California e invitado especial en la conferencia señalada, expuso los efectos comunes entre el consumo excesivo de fructosa y de alcohol: hipertensión, infarto al miocardio, pancreatitis, obesidad, entre otros. Asimismo, en la conferencia se indicó que tanto los alimentos con altas concentraciones de azúcar y sal pueden generar dependencia, por ello es tan difícil en ciertos casos cambiar de hábitos alimenticios.
De igual manera, es importante mencionar que el consumo de comida “chatarra” se viene incrementando notablemente. Por ejemplo, gran parte de los pobladores de Estados Unidos y Australia destinan una reducida parte de sus ingresos en alimentos (7% y 11% respectivamente), debido a que su consumo se basa en comidas de bajo valor nutricional, cuyos precios son más baratos. Los peruanos presentan esta misma tendencia, en la cual un plato de salchipapas o una hamburguesa es parte de nuestra dieta, lo cual nos deja satisfechos pero no nos nutre de manera adecuada.
La lucha contra el sobrepeso y la obesidad recién empieza y todos debemos contribuir a mejorar la calidad de la alimentación y a promover estilos de vida saludables en nuestras familias. Estos problemas son ciertamente alarmantes, y si no tomamos las medidas necesarias existe una alta probabilidad de que el número de enfermos crónicos aumente (hipertensos, diabéticos, dislipidémicos), así como los problemas cardíacos y estomacales.
¿Cómo saber si cuento con sobrepeso?
El exceso de peso, entendido como factor de riesgo, se asocia al exceso del tejido graso y se puede estimar relacionando el peso con la talla, a través del Índice de Masa Corporal (IMC).
El IMC se calcula dividiendo el peso en kilos entre el cuadrado de la talla en metros. Se recomienda para estimar el peso, hacerlo sin zapatos y con ropa ligera. Por ejemplo, una persona que pese 72 kilogramos y mida 1.65 metros, tendría un IMC de 26.4. Un IMC
mayor a 25.0 significa ya exceso de peso.
IMC (kg/m2) - Clasificación*
Menor a 18.5 - Bajo peso
Entre 18.5 y 25.0 - Normal
Entre 25.0 y 30.0 - Sobrepeso
Mayor a 30.0 - Obesidad
*Clasificación no válida para niños y menores de 18 años, tampoco en gestantes y en personas con gran desarrollo muscular.
Algunos consejos para prevenir la Obesidad
- Tres comidas al día. Siempre debes tener 3 comidas balanceadas, con porciones de tamaño normal, no repitas ni esperes sentirte repleto para dejar de comer. No tomar desayuno o evitar la cena es una estrategia equivocada.
- Intermedios o refrigerios. Es conveniente a media mañana y a media tarde ingerir una fruta fresca, ensalada de frutas o un vaso mediano de yogur light (bajo en calorías). Esto te ayudará a no llegar con mucha hambre a las comidas y no excederte en las porciones.
- 02 litros de agua al día. Debes recordar tomar esta cantidad de agua durante el día, de manera espaciada, y no esperar a tener sed.
- Ser activo físicamente. Una buena alternativa es caminar 30 minutos diarios o usar las escaleras en lugar del ascensor.
- Evitar el consumo excesivo de azúcar y sal.
- Evitar el consumo excesivo de cigarrillos y alcohol.
- Evitar la comida denominada “chatarra” y sustituirla por alimentos sanos y de preferencia “hechos en casa”.
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