El movimiento sísmico se propaga mediante ondas concéntricas por el interior de la litosfera, partiendo del hipocentro, y por la superficie, partiendo del epicentro. Estas ondas presentan una serie de características muy definidas, pudiéndose agrupar en tres tipos principales:
Ondas longitudinales, primarias o P: Son las que se propagan a mayor velocidad (entre 8 y 13 kilómetros por segundo) y en…
Ondas longitudinales, primarias o P: Son las que se propagan a mayor velocidad (entre 8 y 13 kilómetros por segundo) y en…
Ondas longitudinales, primarias o P: Son las que se propagan a mayor velocidad (entre 8 y 13 kilómetros por segundo) y en el mismo sentido que la vibración de las partículas. Circulan por el interior de la Tierra, atravesando tanto líquidos como sólidos. Son las primeras que registran los aparatos de medida o sismógrafos.
Ondas transversales, secundarias o S: Son más lentas que las anteriores (entre cuatro y ocho kilómetros por segundo) y se propagan perpendicularmente sentido de vibración de las partículas. Atraviesan únicamente los sólidos y se registran en segundo lugar en los aparatos de medida.
Ondas superficiales: Son las más lentas de todas (3,5 kilómetros por segundo), pero también las que producen más daños. Se propagan a partir del epicentro por la superficie de la tierra o a lo largo de las discontinuidades de la corteza. Este tipo de ondas son las que se registran en último lugar en los sismógrafos.
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